Proporcionar un "hierro" de la salud
El hierro desde el punto de vista médico, es un microelemento extremadamente importante con un papel decisivo para la buena salud del organismo humano. Su función más importante es su participación en la estructura de las proteínas que contienen oxígeno - hemoglobina y mioglobina, así como en el buen funcionamiento de las vías aéreas, la síntesis de ATP, los procesos metabólicos y la desintoxicación de sustancias endógenas y exógenas.
Los compuestos que contienen hierro son particularmente importantes para el buen funcionamiento del sistema inmune, especialmente a nivel celular, y en combinación con minerales encontrados en el cuerpo humano, con dosis mínimas, tienen un poderoso efecto beneficioso.
El cuerpo mantiene un equilibrio extremadamente preciso
Un cuerpo humano adulto tiene de 4 a 5 g de hierro, y aproximadamente 1 mg al día es la pérdida diaria del oligoelemento debido a las células de la piel lamiendo de la superficie de la piel y la mucosa, incluyendo la superficie del tracto gastrointestinal.
El ciclo mensual en mujeres antes de la menopausia aumenta esta pérdida a 2 mg.
Se sabe que no hay mecanismo fisiológico para tirar el hierro del cuerpo humano. Con la ayuda de los procesos de absorción, las reservas de hierro en el cuerpo son reguladas, mientras que mantener el equilibrio entre la toma y la pérdida del microelemento se hace con una exactitud meticulosa del organismo sano.
¿Cuál es la dosis diaria recomendada?
La dosis diaria recomendada de hierro para los hombres de 14 a 18 años es de 11 mg por día, mientras que para los ancianos (18 a 70 años) se reduce a 8 mg por día. Para las mujeres de 14 a 18 años de edad es de 15 mg por día, de 18 a 50 la dosis se incrementa a 18 mg y para las mujeres que han transferido 50, 8 mg sería suficiente.
Pero hay que señalar que se absorbe una cantidad muy pequeña de hierro en los alimentos, y su cantidad no es muy constante.
Además, hay varios factores que interfieren con los procesos de absorción. Por ejemplo, la ingesta de vitamina C tiene un papel crucial, y la proteína muscular (incluyendo peces y aves), incluso en pequeñas cantidades, aumenta significativamente la absorción de hierro por los alimentos.
Por otra parte, se sabe que el hierro en los productos alimenticios es de dos tipos: hematina y no-hemoglobina.
Una fuente de hierro hematita es predominantemente carne, pollo y pescado, que es absorbida significativamente más rápido. Cuanto más oscuro es el color de la carne, más rico es el hierro.
El pan, el arroz, las verduras y los huevos suministran hierro no hematita al cuerpo, absorbiéndolo positivamente por la ingesta simultánea de carne y alimentos ricos en vitamina C. Pero algunos alimentos como el café, té, espinaca, chocolate, Salvado de trigo y alginatos (en sopas instantáneas, helados, cremas y budines) dificultan los procesos de captura de microelementos.
Sin embargo, si se combina con alimentos ricos en carne o vitamina C, este efecto se reduce considerablemente. La absorción de hierro también puede verse afectada por la toma de ciertos medicamentos, como los antibióticos y antiácidos.
Principales fuentes de hierro
Uno de los alimentos más ricos en hierro son: hígado, cerdo, riñón, carne roja, cereales enriquecidos con vitaminas y productos de panadería, aves de corral, huevos, jugo de ciruela, legumbres, algas marrones y vegetales de follaje verde oscuro.
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